Las deformaciones de los elementos de una estructura son causadas por las cargas aplicadas y, además, por otras acciones que son independientes de aquéllas, como es el caso de las cargas térmicas, la fluencia y la retracción del hormigón.
La no consideración de estas acciones puede dar lugar a la aparición de fisuras que comprometen la durabilidad de la obra, pudiendo originar fallos de estanqueidad o corrosión de las armaduras del hormigón.
Y aquí es donde entran las juntas estructurales. Si bien las fisuras en el hormigón no pueden ser previstas completamente, sí pueden controlarse y minimizarse por medio de un diseño adecuado de las juntas.

En pavimentos, muros y losas de pisos es necesario construir juntas de contracción y de expansión en función de las dimensiones, del coeficiente térmico del hormigón y de las temperaturas que se puedan alcanzar. En la mayor parte de los muros es necesario disponer juntas de contracción debido al fenómeno de contracción normal del hormigón. En pavimentos y forjados, además de juntas de contracción, casi siempre es necesaria alguna junta de expansión, en especial en losas largas o cuando exista un cuerpo rígido en un extremo que evite el libre movimiento, caso de los puentes.
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Tipos de juntas estructurales
Según su función, tenemos tres tipos de juntas: de contracción, de dilatación y de construcción.
Juntas de contracción
Las juntas de contracción pueden ejecutarse de dos formas: en fresco o con el hormigón endurecido.
Las juntas de contracción pueden realizarse en el hormigón fresco después de que haya sido vertido y compactado. Para ello se emplea un ranurador o cuchilla con el que se crea un plano de debilidad hasta una cierta profundidad inferior al espesor del elemento, induciendo una fisura.

Juntas de dilatación
En las estructuras de hormigón es muy frecuente la disposición de juntas de dilatación cuando losas, forjados o muros sometidos a gradientes de temperatura tienen impedido su libre movimiento. Las juntas de dilatación deben permitir los movimientos relativos entre las dos partes de la estructura que separan.
Las juntas de dilatación se disponen para evitar los esfuerzos debidos a las variaciones de temperatura de la estructura en servicio. Al disponer juntas de dilatación se reduce la armadura necesaria para limitar el ancho de las fisuras en aquellos elementos cuyo movimiento se encuentra impedido.
Para materializar una junta de dilatación pueden emplearte juntas metálicas, formadas por dos perfiles unidos entre sí entre los que se coloca espuma de polietileno.
Estas juntas metálicas son sencillas de instalación, actuando como regla maestra y riel guía para los vibradores de superficie sin ninguna necesidad de otros elementos para la nivelación.
La figura formada por estas dos piezas tiene forma piramidal. La superficie lateral y base está agujereada para que penetre el hormigón, no así la parte central, que ensambla las dos piezas, creando una junta de dilatación. También es posible utilizar una de las dos piezas metálicas como junta de trabajo o junta de dilatación-contracción.
Las ventajas de estas juntas métalicas son las de evitar las fisuras por deformación, evitar la retracción hidráulica y térmica, absorber las tensiones del hormigón, proteger los cantos, evitar la diferencia de nivel de la junta de trabajo por alabeo, evitar que la junta sobresalga del nivel de hormigón en el proceso de curado, ser indicadas para altas planimetrías, proveer de estabilidad, ahorrar tiempo y sustituir el corte de retracción. Todo para darle una mayor durabilidad a los pavimentos.
Juntas de dilatación en edificios
En edificios habituales con elementos estructurales de hormigón o acero, pueden no considerarse las acciones térmicas cuando se dispongan juntas de dilatación de forma que no existan elementos continuos de más de 40 m de longitud. Para otro tipo de edificios, los DB incluyen la distancia máxima entre juntas de dilatación en función de las características del material utilizado (CTE DB SE-AE Acciones en la edificación).
Junta de construccion o junta de hormigonado
Las juntas de construcción son aquellas donde el hormigón antiguo recibe al hormigón nuevo después de interrumpirse el hormigonado, ya sea voluntariamente o de forma forzosa.
Un retraso excesivo en la reanudación del hormigonado puede dar lugar a una junta fría. En tal caso la pérdida de los enlaces químicos producen una discontinuidad en la junta que no puede garantizar su monolitismo.
Más info:
Tesis que estudia el comportamiento de juntas de hormigonado a los esfuerzos de compresión y flexotracción en hormigones H30, H25 y H20 (según NCh 170 Of.85). El estudio compara los resultados obtenidos en probetas con hormigonado continuo y probetas asemejadas a la condición de juntas.